Fue entonces un día, de manos secas de uñas sucias, de cuartos humanos, de corazones y almas, y fue entonces que los enanitos huyeron, cuando al alejarse se sintieron gigantes de cuentos, y perdían el mando de ellos, dejando las puertas abiertas para los recuerdos, para los guerreros, y fue entonces que los enanitos crecieron...

-Angélica M. Coderque-

22/10/09

Más Cerca Más Lejos De Ti

Hoy vuelve el dolor como si jamás se hubiera ido,
Hoy de nuevo siento el ardor en el pecho que me impide respirar,
Hoy en los zapatos de otros se lo que es dejarte pasar,
En la brisa de la mañana y en puertas sin abrir vivirá tu recuerdo,
En los chillidos de la madera, y el resplandor de la luz,
Dibujare tu presencia tan perfecta como si aun siguieras ahí,
Las lágrimas de otros me gritan al oído que no es pasajero,
Que los visitantes vienen y van, como si compraran pan un domingo en la mañana,
Los abrazos fríos y calientes, llenos de emoción, irán siendo reclamados en otro lugar,
Como una audición de falsas esperanzas y lamentos perdidos,
Peco por sufrirte y no dejarte ir, pero bien sabes que es insoportable
Voltear y ver que ya no estarás más.
Me niego a maquillar cada mañana mi dolor,
Con falsas sonrisas y kilos de rubor,
Como el color de tus ojos cuando partías,
los míos no pueden disfrazar el dolor,
Gracias mi compañero silencioso de ires y venires,
De lagrimas, regaños y alegrías, de gritos y caras de confusión,
Gracias por darle a mi cuerpo un alto grado de consolación,
Quiero imaginar tu cuerpo, corriendo como loco al alcanzar al que te ignora,
Pero se bien que como el ni yo te podré cuidar,
Ahora dos almas profundas, y llenas de caridad,
Se encuentran para hacerse compañía en silencio,
Para contarnos algún día como se ve desde allá.
Cada pasó que doy me acerca un poco más a ti,
Cada día que pasa, me recuerda que un día también estaré ahí,
Que el dolor y el sufrimiento que me esperan,
Ni en mil años se podrá sanar, pero que la tristeza y la desdicha,
Que dejare, tal vez se puedan compensar,
Al ritmo de una oración que ya poco conozco,
Me despido de ti, al llorar cada breve latido de tu corazón,
Vete mi cazador de sueños, al lugar donde los más hermosos seres están,
A una laguna inmensa que párese mas profunda que el mar,
Y en donde supongo que todos tus sueños se harán realidad.