Fue entonces un día, de manos secas de uñas sucias, de cuartos humanos, de corazones y almas, y fue entonces que los enanitos huyeron, cuando al alejarse se sintieron gigantes de cuentos, y perdían el mando de ellos, dejando las puertas abiertas para los recuerdos, para los guerreros, y fue entonces que los enanitos crecieron...

-Angélica M. Coderque-

3/8/12


Gris, café… oxido, es el paisaje al amanecer,  y al cerrar los ojos puede alcanzar  de lejos el aire; que espeso, que cargado, que húmedo su rostro.

Sus uñas tan pulcras, ellas que no han explorado aun… algunos hablan de lo verde que es el pasto, del olor de las flores, del gigante mar, algunos hablan, algunos solo tendrán que escuchar y mientras tanto mover sus manos rápidamente, cerrar los ojos y concentrarse en la velocidad, en el tiempo, en la nada… gris, café, oxido.