Fue entonces un día, de manos secas de uñas sucias, de cuartos humanos, de corazones y almas, y fue entonces que los enanitos huyeron, cuando al alejarse se sintieron gigantes de cuentos, y perdían el mando de ellos, dejando las puertas abiertas para los recuerdos, para los guerreros, y fue entonces que los enanitos crecieron...

-Angélica M. Coderque-

12/9/08

Permiso Para Entrar


Me preocupa la forma en la que habita en mí, se mudo hace poco… trajo sus fotos, ubicó sus sonrisas hipócritas en los rincones de mí casa, dejo su olor en la habitación oscura de atras, y no se como consiguió violar la cerradura, ahora encuentro sus prendas regadas en el hall, a veces las recojo y las guardo en la caja de seguridad sin clave.

No las quiero ver, no la quiero sentir, pero ella es el emigrante que habita sin permiso, se larga y llega cuando quiere. Lo desordena todo, prende la luz pero nunca la apaga, y cuando quiero dormir, cuando quiero descansar, no me deja; Porque no se puede alejar del todo, porque no la puedo echar, porque es tan difícil no abrirle la puerta cuando golpea. Que estupidez si es que quiero que nunca mas se valla, conservo la ilusión de que sus viajes a la nada terminen, o irme con ella a volar sin rumbo. Pero es imposible, siempre pierdo su rastro aunque tengo mas de tres radares en mi casa no la encuentro, ella siempre llega cuando estoy a punto de cerrar. Siempre sabe donde estoy, sabe lo que hago, y gracias a mi debilidad sabe lo que pienso.

Al lado de esa maldita luz la espero y observo como se consumen mis cigarros, como se va mi vida esperando a que llegue, que inútil sufrimiento. Y ese maldito reloj pasa tan lento, es posible que solo sean mis sueños, pero nunca tuve sueños tan largos, detesto cuando me despiertan a la mitad de ellos, mil historias quedan inconclusas, es un enigma el final, aunque lo sienta.

¡Si! lo se, no es un final feliz, se ira de nuevo y yo me quedare con este vacio infinito y seguiré pensando que me dibuja mientras duermo, a veces parecerá que canta bajo la ducha, que me besa cuando golpea el viento y quizá entonces estaré empapada bajo la lluvia, hundiendo mi barco porque solté el timón, tal vez alguna vez pueda volar sin rumbo, caer desde el edificio mas alto, abrir el paraguas, y volar dejando que este puto viento me dirija, chocando con mil puertas, buscando las llaves de una linda casa, con ventanas color ocre, con cuadros de mil colores colgados en su interior, un rico aroma, que tenga azotea en donde pueda admirar la noche y querer quedarme, poder descansar , quizás ser feliz, y mudarme por siempre.