Me estoy cansando de tanto andar,
de fingir que es primavera aun siendo invierno.
Me estoy cansando de suspirar,
de tragarme las palabras;
y si no es así... ¿cómo?, ¿cómo hago?,
¿cómo hago para decirte que me matas?,
¿cómo hago para decirte que estas por salir?,
que las lagrimas ni las palabras son suficientes ya,
que el sol se cansa de salir los domingos.
Me siento atada a ti;
y ahora llevas un pesa tan grande que ni yo te puedo jalar,
nos estamos hundiendo al tiempo,
nos estamos dejando llevar,
y el rio se va tiñendo,
y las flores empiezan a marchitar.
Al final quien será el valiente
y quien será el cobarde
quien será el más pobre de alma,
o el capaz de desatarse.
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