Fue entonces un día, de manos secas de uñas sucias, de cuartos humanos, de corazones y almas, y fue entonces que los enanitos huyeron, cuando al alejarse se sintieron gigantes de cuentos, y perdían el mando de ellos, dejando las puertas abiertas para los recuerdos, para los guerreros, y fue entonces que los enanitos crecieron...

-Angélica M. Coderque-

23/10/10

Cámino Al Sur

Frío y congelado emprendió sus pasos desde el carril, con la garganta a secas y las uñas sucias, y los labios ajados de callar, en su cabeza volvían a filtrarse aquellas imagines grises que sellaron su pasado, los ojos en el horizonte como quimérico, lagrimas tan secas de no llorar, y llevando más carga en el alma que a cuestas, fiando en su bastón se alejaba lánguidamente de aquel oscuro lugar, poco a poco votó sus memorias , el reloj ya sin pila, la argolla de matrimonio, las risas y el llanto, las noches en el centro, el despertar a su lado, el bastón… y recordando sus caídas una ves mas se levanto, frágil y fuerte, sigiloso e inmute decidió continuar. De su pantalón rasgado y sucio sacó las tijeras, apenas utilizables víctimas de la defensa, cortaron su abundante barba gris que cedía cuenta a su edad, y pasó el agua y el jabón por su cuerpo, y lo sombrío de su ser el desecho, gota a gota se fueron diluyendo los días de incertidumbre y las noches de insomnio, sin querer pero queriendo fue arrancando de adentro las palabras ya aliñadas en el corazón, los besos que no fueron dados, los poemas que no fueron escritos, los sueños que se hicieron pesadillas; Así, sin peso caminó del lado de la brisa, haciendo los pasos más largos y el tiempo más corto, y en el marco de la vida su silueta ya a lo lejos se disolvía, entre el alba y las aves que guiando el camino al sur partían.

1 comentarios:

Carrillon dijo...

Me recuerda a alguien.

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