Fue entonces un día, de manos secas de uñas sucias, de cuartos humanos, de corazones y almas, y fue entonces que los enanitos huyeron, cuando al alejarse se sintieron gigantes de cuentos, y perdían el mando de ellos, dejando las puertas abiertas para los recuerdos, para los guerreros, y fue entonces que los enanitos crecieron...

-Angélica M. Coderque-

18/3/13

Solo tal vez

Tal vez en algún momento será necesario escaparme a ese mundillo; un mundo por allá llevado, donde la contraseña se encuentra en canciones cantadas por isleños, o deambulantes que riman al frente de bares en la noche. Tal vez y solo tal vez, sea necesario quedar en silencio, sin estrofas, sin rimas y sin versos. Tal vez y solo alguna vez, sea necesario dejar a las voces ser, ser sin ser, o ser siendo... tal vez. Hay grillos que suenan  por ahí queriendo ser escuchados o simplemente queriendo huir, poco a poco entiendo que no vale la pena que salgan si no voy a dejarlos ir. 

Poco a poco entiendo que las palabras solo son letras pegadas y despegadas a punta de cobardías, miedos, verdades y mentiras. Tal vez algún día, la mañana tendrá un tornasol diferente, los olores se confundirán entre pensamientos, noches y cafe; dejarán de importar los desvíos, dejara de importar el sudor en las manos, la voz temblorosa, los labios secos; dejaré de recordar los nombres, la misma edad del cuerpo dejará de importar, los impulsos ya no tendrán parte en la razón y seré una mas en la fotografía de la ciudad. Ahí pretenderé; estampada, en un parpadeo, sosteniendo el polvo en el tiempo, observando el tic tac... siendo, permaneciendo. 

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