Corre muchacho que aunque no hay prisa cada día lleva su
afán, deslízate sin miedo entre la gente, que la mayoría no sabe a donde va; si
llegas tarde despreocúpate, que siempre habrá un nuevo sol, o si acaso un nuevo
amanecer. Contra la corriente empuja tus miedos, y lucha por lo irreal, sube,
baja, vuelve a comenzar; pero si llevas pasajeros, mas te vale tomar el camino
real, que si alguno cae del barco, no será fácil volverlo a montar. Así como el que vio tierra a final del mar,
así como el que vio que a la luna si se puede llegar, como el ciego que pudo ver,
como el gato que después de 7 siguió en pie; así lánzate, y pon la vida en
ello, que si no caes donde es ya sabrás donde asentaste mal los pies.
5/3/13
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