Fue entonces un día, de manos secas de uñas sucias, de cuartos humanos, de corazones y almas, y fue entonces que los enanitos huyeron, cuando al alejarse se sintieron gigantes de cuentos, y perdían el mando de ellos, dejando las puertas abiertas para los recuerdos, para los guerreros, y fue entonces que los enanitos crecieron...

-Angélica M. Coderque-

28/2/13

¡Basta!


4:30 am, un solo ruido para despertar,
los pies al piso, agua fría, algo de comer… un recuerdo.
los primeros rayos de luz al recorrer el pasillo,
huele a tardanza, café, azúcar, amargo.
Las calles gritan prisa, la gente se pasea sin observar,
muy bien vestidos listos para aparentar,
¿no lo ven?, en el aire se percibe el olor a humedad,
¿dónde se escondió lo trascendental?, ¿dónde fue a parar el sentido de ser?,
¿acaso no es obvio que los días pasan?,
la mayoría sin dejar huella alguna,
otros sin un fin preciso, simplemente pasan.
¿Y las ganas de vivir?, ¿de realmente vivir?,
¿dónde fueron a parar los sueños de ser súper estrella?,
¿de conquistar al mundo?.
¡Basta!, mis pies ya no dan mas,
tanto trafico,  tanta frialdad.
Ya no me importa ser puntual, es hora de observar.

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