A la arena que se hunde bajo mis pies, y la gota que suena de madrugada.
Al sonido de la alarma a las 3, y a mi reloj mental de las 6. A la comida quemada, y los minutos que llego tarde; al maquillaje corrido, y las camas mal tendidas.
Por el tiempo de media noche que corre mas rápido en invierno, por el frío de madrugada y lo pies que buscan calor; es que se percibe el correr de la sangre, es que se escucha un latir en el pecho, es que tiembla el cuerpo, es que se abren o cierran los ojos, es que me encuentro aún en pie. Aún en mis silencios, y evasivas, aún con sonrisas, y malos chistes, aún de indiferente y desaparecida; aún así sobre muros de metal construidos a punta de desilusiones y anhelos... sigo en pie, sigo viva.
Al sonido de la alarma a las 3, y a mi reloj mental de las 6. A la comida quemada, y los minutos que llego tarde; al maquillaje corrido, y las camas mal tendidas.
Por el tiempo de media noche que corre mas rápido en invierno, por el frío de madrugada y lo pies que buscan calor; es que se percibe el correr de la sangre, es que se escucha un latir en el pecho, es que tiembla el cuerpo, es que se abren o cierran los ojos, es que me encuentro aún en pie. Aún en mis silencios, y evasivas, aún con sonrisas, y malos chistes, aún de indiferente y desaparecida; aún así sobre muros de metal construidos a punta de desilusiones y anhelos... sigo en pie, sigo viva.