Fue entonces un día, de manos secas de uñas sucias, de cuartos humanos, de corazones y almas, y fue entonces que los enanitos huyeron, cuando al alejarse se sintieron gigantes de cuentos, y perdían el mando de ellos, dejando las puertas abiertas para los recuerdos, para los guerreros, y fue entonces que los enanitos crecieron...

-Angélica M. Coderque-

20/10/08

Juntos Y Solos

JUNTOS Y SOLOS
11:49 Am
Hola, ¿como estas?, escucho Eugenia detrás suyo, pensó que no era para ella, espero que pasara un auto y cruzo la calle, llevaba paso lento, sin prisa, sin afán, caminó una cuadra, y espero que pasaran los carros para poder cruzar; Ahora podía sentir como alguien ponía en su hombro una mano, y le decía… Hola te pregunte que como estas, Eugenia volteo la mirada, y vio a un hombre joven y descuidado a su lado, lo miro de reojo y sin fijarse en los carros, cruzo la calle y acelero el paso.
10:35 Am
Abrió los ojos, miro la pieza descuidada en la que vivía, se sentó y puso las manos sobre su rostro intentando despertar, sus pies descalzos tocaron la baldosa fría y sucia del lugar, y se levantó, la habitación era un desastre, las cenizas, basura y colillas de cigarros se esparcían por todo el lugar, el olor a licor a edificio viejo y acabado eran imposibles de ignorar; Christopher buscó que ponerse en el monto de ropa sucia que se hallaba en el rincón, se vistió y tomó un sorbo de café que posaba en el mesón hacía ya varios días, y salió del edificio, y segado por la luz del día, Christopher empezó a caminar sin rumbo, observó a la gente que caminaba a su alrededor, ejecutivos exitosos, parejas enamoradas y mujeres hermosas, Christopher no pudo evitar sentir celos y envidia; Se sentía como un fantasma entre la multitud, Christopher pensaba que si moría, nadie se daría cuenta, nadie lo lamentaría, nadie lo lloraría el día de su entierro, y pensó que este día sería diferente de los demás.
Christopher se sentó en el anden, y espero que abrieran el bar que siempre lo intrigo, pero al que nunca había entrado, por miedo al rechazo o por verse solo ante tanta gente; El reloj marco las 11:00 Am, y Escape bar abrió sus puertas, Christopher se levantó, cruzó la calle, y a paso lento entró al bar. Se sentó en la barra, pidió una cerveza y puso una canción en la rockola, sacó un bolígrafo y comenzó a escribir sobre una servilleta; Después de varios minutos, Christopher salió del bar, con la servilleta empuñada en su mano izquierda, caminó unas cuantas cuadras, y vio a una mujer que lo hizo sentir que el no era la única persona que se sentía sola y ahogada en el mundo, se acerco a ella y antes de que cruzara la calle, la saludo y le dijo… Hola ¿Como estas?, la mujer lo ignoro y cruzo la calle lentamente, Christopher la siguió y al ver que esperaba que cruzaran los carros para pasar la calle, puso su mano en el hombro de la mujer, y le repitió las palabras que hacía unos segundos atrás le había dicho, Hola, te pregunte ¿Cómo estas?, segundos después la mujer volteo a mirarlo y Christopher sintió como esa mirada esquiva penetraba su alma, Christopher se quedo sin aliento, y la mujer le dio la espalda y cruzo rápidamente la vía como quien huye de algo.

12:46 Pm
Llegó al viejo edificio en donde vivía, y noto que muchas personas entraban y salían de el, Eugenia se alojaba en la habitación que quedaba al final del pasillo del quinto piso, pero al subir las escaleras y pasar por el tercer piso, vio como dos policías dialogaban silenciosamente en la entrada de uno de los cuartos, y extrañamente volvió a sentir la necesidad de saber lo que ocurría en el lugar; Al acercarse, logro escuchar a los policías hablando, nombraban a Christopher el mismo joven que hacía unos minutos, se había lanzado a un carro por la absurda soledad que lo invadía. Eugenia perdió sus sentidos, su cara estaba pálida, no tenía expresión, y su cuerpo se movía hasta el quinto piso como por inercia, abrió la puerta, dio unos pasos hacía el baño, y al mirarse al espejo no pudo evitar sentir odio, hacía si misma; Eugenia metió su mano derecha en la mochila, y saco el escalpelo que tanto utilizaba en sus trabajos de universidad, se miro al espejo acerco el instrumento a su cuello, y con un ultimo suspiro Eugenia sello su vida.
11:51Am
Escucho los frenos de un carro y un estallido que la estremeció, se dio la vuelta para mirar que había pasado y noto que la multitud anunciaba un accidente; Eugenia no era una persona a la cual le importara lo que sucedía con la sociedad, pero esta vez sintió que debía mirar lo que había pasado, se acerco y notó que un hombre se hallaba muerto al lado de un carro, sus pupilas se dilataron y su cuerpo tembló al notar que el hombre que se hallaba muerto en el piso, era el mismo sujeto que minutos atrás, la había saludado. Eugenia se quedo congelada, a unos metros del cadáver, como quien espera una respuesta o un porque. Al pasar los minutos, llego la policía a revisar los hechos, y al examinar el cuerpo, notaron la servilleta que Christopher llevaba empuñada en su mano. Al mirarla con detenimiento los policías notaron que la servilleta llevaba una nota que decía…"Hoy es diferente, porque hoy me arriesgare a ser lo que nunca eh podido ser, seré visible para alguien, quien me haga sentir que todo no es tan malo… Esa persona… Mi último intento por sobrevivir a la humanidad".

Autor: Angélica Paola Muñoz Coderque.

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